MARATÓN DE MADRID

Domingo, 22 del mes de Abril. Me levanté a comer algo a las 5:30. Un buen desayuno de leche, Cola-Cao, tostadas, mermelada y una barrita de hidratos.La equipación ya la tenia preparada de la noche anterior, toda bien ordenada para que no se me olvidara nada. Me acosté una hora más para relajar un poco la tensión. A las 6:30 me levanté definitivamente y me di la vaselina en los pies, axilas, etc.… bien extendida.

A las 7:00 cogí el coche, rescaté a Santiago y nos fuimos a Madrid. Llegamos y aparcamos en la calle Menéndez Pelayo, muy cerca de la meta… ¡genial!. Me doy cuenta de que se me han olvidado las barritas. Llamo a Manolo para ver dónde están y quedamos en el guardarropas en Cibeles, le pregunté si tenia algún Gel, por suerte me dijo que si, por lo menos tengo para el Km. 20 y 30… Mientras vamos andando un atleta me cuenta sus batallitas y yo a él las mías… que tiempo piensas hacer etc.
Al llegar al lugar de la quedada de nuestro club… un apretón de manos de mis compañeros me llena de alegría. Ricardo, Manolo, Jesús, Javier y Alfonso dejaron su cosas en el guardarropa y nos dirigimos hacia la salida… Era pronto pero ya se veía buen ambiente… sin darnos cuenta y sin creerlo nos colocamos casi en primera línea, - increíble creo que nunca me he colocado tan bien en un maratón…claro que faltaba unos 35 o 40 minutos. Allí encontramos ¡como no! a nuestro compañero Kiko, como siempre en primera línea. Se pasó rápido, cuando nos dimos cuenta ya estaban contando 4, 3, 2,1… y aquí empieza mi experimento:

Un artículo de Jeff Galloway en la revista Sport life que consiste en utilizar la musculatura en diferentes modos desde el principio para mantenerla fresca y conserva su energia. Y también utilizar una ventaja mental respecto a los demás corredores y es pensar en parciales y no en los 42 km. Por ejemplo en mi caso eran parciales de 2 km., psicológicamente me cansaba menos pues solo pensaba en esos 2 Km. y luego un respiro de 20 segundos. Tampoco he sido muy rígido con estos parciales, en algunos he descansado 30 segundos, según las cuestas y dureza del recorrido.

- Los primeros 2 km. los hice casi con Alfonso y Jesús, yo me encontraba bien más bien iba demasiado rápido.
- Km. 4… Alfonso se quedó, yo me paré a orinar y aprovechar mi respiro que casi fue de 35 segundos, pero no importaba, rápidamente alcancé a Jesús, y casi fuimos juntos hasta el 6.
- Km. 6 … Jesús se para a orinar y a partir de aquí empecé a hacer mi carrera en solitario, iba muy bien casi a 4:40 el Km. – pensé “Jaime, quieta la burra”, bajé un poco el ritmo para dejarlo más o menos a 4:50.
- Km. 8 al Km. 18, no varié en mi ritmo, había atletas que me decían: no pares, la gente se quedaba extrañada de que parara en esos kilómetros y pulsara el botón de mi pulsímetro. Yo a lo mío, concentrado en mis cosas, no tenia tiempo para explicaciones.
- Km. 20 el mejor, ¡VAYA recibimiento que me dieron todos mis compañeros del club!, no daba abasto, una botella por aquí, otra por allá, todos me querían dar alguna botella, me animaban por todas partes, son geniales, tales sensaciones casi me hacen llorar… a un par de metros estaba mi amigo Santiago, que me dio un Gel de carbohidratos, vamos, una pasada.
- Km. 22 al 26 geniales también, me junte con el tragamillas y ¡¡¡que forma de ligar que tiene el tío!!!, ¡¡¡si le conoce todo Madrid!!!… luego, como todos, se quedo un poco extrañado cuando en el 26 yo me paré y él siguió.
- Km. 28 al 34 seguía con mi concentración, cuando terminé estos 2 km., un respiro, genial. Me encontré con algunos de Móstoles que conocía y me decían que no parase… en fin, no sabia cómo explicárselo en tan poco tiempo.
- Km. 36 primeros amagos de calambres, aquí se acabó seguir con la tónica de parar cada 2 km. Me paré varias veces para estirar el cuádriceps de la pierna derecha y darme un pequeño masaje y solturas, - genial esto funciona.
- Km. 38 casi igual, el cuádriceps de la pierna derecha, me daba problemas. Otra vez, a estirar el músculo, masajito, un poco dígito-presión, solturas y ¡¡¡a correr!!!.
- Km. 39 al 42. La leche, los corrí sin parar, el ambiente y las ganas de terminar con buenas sensaciones no podrían ser mejores. Me da una pasada P.P., en los últimos 300 metros, en fin, yo a lo mío. Oigo mi nombre por megafonía cuando quedaban 100 metros para la meta, me emocioné tanto que inicié un sprint, pero los gemelos no respondían y me quedé doblado con unos calambres de narices… me repuse rápido y acabe la prueba a ritmo tranquilo y con una satisfacción total de haber terminado uno más. Creo que es el mejor Maratón que he corrido en mi vida, el que más he disfrutado, y la experiencia que he conseguido me ha servido de mucho, estoy muy contento.

El año que viene volveré.